CADAP – 50 (Nota II) por Juan Carlos Pérez Rodríguez

CADAP – 50                                                                                                                           (Nota 2)
                                                                BODAS  DE  ORO
                   IV. RENACER
       En 1945 el sueco Erik Larsson da vida a I.C.C.A. (International Correspondence Chess Association), posteriormente rebautizada I.C.C.F., a fin de continuar con la actividad interrumpida por la Segunda Guerra Mundial.  Mediante carta personal a sus viejos amigos de la otrora I.F.S.B. (la primigenia, fundada en 1928) los animaba a sumarse a la quijotesca empresa de resucitar aquella organización, modelo en su tiempo.  El Torneo Seis Tableros (ulteriormente reconocida como Olimpíada) y el Campeonato Mundial, son los primeros desafíos que lanza.
       Pocos meses después, Arturo Jorge Loeffler -un austríaco de 36 años residente en Buenos Aires desde 1938-  erige una entidad que fomente el ajedrez por carta en Argentina, bajo la denominación de T.A.C. (Torneos de Ajedrez por Correspondencia).
       Sus contínuos víajes -por razones laborales-  a distintos países del Continente americano lo indujeron a contactarse con aficionados nativos, instándolos a iniciar la práctica de la novedosa especialidad, mediante la conformación  -bajo su asesoramiento-  de ligas semejantes a la que él creara.  Así, en poco tiempo, surgen las primeras en Brasil (CEA / 1946, bastoneado por Edmundo Moreira Matos), Uruguay (AUAC / 1946. Eduardo Marchissotti) y Perú ( CALC / 1946. Eduardo Pinzón Solís).
                    V. DIECINUEVE
       La enorme tarea de difusión emprendida por Loeffler le vale el inmediato reconocimiento de la Asociación Internacional, que lo designa su representante en el área, aceptando la sugerencia de que participaran en un mismo grupo preliminar del primer Torneo Seis Tableros a los equipos americanos, lo que permitiría avanzar un paso en el camino de la integración entre ellos, que se incentivaría al poder acceder uno a la Final.
       Por ese entonces (1947) ocho eran las naciones del nuevo mundo afiliadas a la I.C.C.A., duplicándose al año siguiente y alcanzando el número de 19 (Antillas, Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Guayanas Británicas, Panamá, Perú, El Salvador, Trinidad, Uruguay y Venezuela) en 1949, por lo cual para el segundo Seis Tableros se determina que fueran dos los grupos eliminatorios que los aglutinaran.
                    VI. DELEGA
        El paso siguiente que se impone es el de nuclearlas bajo un ente tutelar que les prestaría el necesario apoyo logístico para su afianzamiento y desarrollo, potenciándose entre ellas para lograrlo.
        Pero Loeffler se siente incapaz de encarar sólo ese ambicioso proyecto dado que está abocado a la organización y dirección de los certámenes de T.A.C., así como también el grupo americano del Torneo Seis Tableros (y no puede descuidar su trabajo), ´por lo cual interesa al brasileño Edmundo Moreira Matos, uno de los fundadores de C.E.A. (Círculo Enxadrístico da Amizade) para que se ocupe de esa misión.  A fin de rodearlo de la autoridad necesaria, Loeffler acuerda con Larsson ceder su lugar en el plantel directivo de la I.C.C.A. (era el representante para Centro y Sudamérica) en favor de Matos, con quien había trabado una rápida amistad luego de haber convenido con él un match amistoso, a diez tableros, entre las bisoñas C.E.A. y T.A.C..  En ese intercambio de cartas, encontraron que tenían miradas coincidentes acerca de la necesidad de sentar las bases para erigir una corporación supranacional que las albergara a ellas y a las que se sumaran en el futuro.
                                                                                                 (continuará …)

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